Junto a familiares, amigos y colegas se recordó a Gutiérrez, quien fuera asesinado en 1994 mientras investigaba el caso denominado la «Aduana paralela». En ese marco, se colocó una señalización en Giribone 495, donde funciona la comisaría 2da de Avellaneda.
“Pasaron muchos años para este reconocimiento”, sostuvo el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, y agregó: “Es nuestro interés supremo reparar lo que el Estado hizo mal”. Además, destacó el compromiso de Jorge Gutiérrez “de investigar y no corromperse”. Y subrayó: “La memoria es interpelar a la sociedad con distintas acciones. Eso lo aprendimos de las Abuelas”.
Por su parte, el subsecretario de DD.HH. de la Provincia, Matías Moreno, sostuvo que “este fue un caso emblema, uno más de la maldita policía”. Y compartió la intención de “recuperar la memoria de Jorge”. “Nuestro compromiso es la defensa de la democracia sin proscripciones”, dijo.
El secretario de Derechos Humanos local, Claudio Yacoy, agradeció el valor de familiares y organismos para que no quede impune el crimen.
A su turno, Diego Morales, abogado del CELS, expresó: “Esta es una reparación simbólica. Son hitos que traen algo de alivio”. Mientras que la compañera de Gutiérrez, Nilda del Valle Maldonado, consideró: “Esta es una oportunidad para que tomen este caso como único, para reivindicar a los buenos policías”.
La conmemoración, a 28 años de su muerte, se completó con el descubrimiento de un mural en el frente de la comisaría, de una placa en el interior del establecimiento, y una posterior suelta de globos.
Del homenaje también participó su hermano Francisco «Barba» Gutiérrez, hijos y nietos; Orlando Segura, compañero de promoción de Gutiérrez; sus abogadas; y el secretario de Seguridad local, Marcelo Rey.